La
vida, está llena de situaciones conflictivas con las que no queremos
tener nada que ver, hechos que preferimos no afrontar y retos que
realmente no queremos vernos inspirados a aceptar. Pero también está
repleta de belleza, magia, alegría e inspiración.
Siempre
hay alguna cosa que no está bien. Siempre hay un motivo para
preocuparse o un factor por el que sentirse resentido. Así funciona
el mundo. Siempre habrá oscuridad. Siempre habrá lluvia. Pero
también siempre habrá luz, sol, siempre habrá algo que celebrar,
algo que abrazar o algo por lo que sentirse agradecido. Siempre
existe la posibilidad de elección; la oportunidad de darnos cuenta
de lo que es aparentemente malo y reaccionar ante ello o la ocasión
de reconocer lo que es bueno y darle el valor que se merece. De
nosotros depende elegir con inteligencia.
Para
ser felices y tener salud emocional, debemos comenzar por aprender a
apreciar las dádivas divinas, el hecho de amanecer con vida cada
día, ver, escuchar, caminar, hablar ya son motivos para estar
felices y agradecidos. Si además tenemos un techo sobre nuestra
cabeza, alimento en nuestra mesa a diario y la posibilidad de abrazar
a nuestros seres queridos, no existe problema y/o dificultad que no
podámos resolver si tiene solución y si no tiene solución, no
tenemos que preocuparnos porque exigiría de nosotros un desgaste de
energía que resultaría tóxica para nuestro organismo y sería en
vano.
La
mente humana es la fuente de todo bien y de todo mal, encierra un
gran poder constructivo y/o destructivo, En nuestra mente podemos
construir grandes obras y proyectos, acciones nobles y altruistas o
cavilar formas de tomar ventaja y sacar provecho sobre situaciones o
personas. En nuestra mente podemos construir nuestra autoestima o
destruirla.
No digo que sea malo
pensar las cosas, somos seres racionales y por lo tanto debemos
pensar, pero no solo somos mente, además de la indolente frivolidad
del pensamiento existen en nosotros otras facultades, todos los seres
humanos contamos con un sentido de lo ideal y de lo real,
contamos con la razón y el instinto, con las fuerzas del espíritu y
las del cuerpo, el desafío es usar todas las facultades, si solo
usamos el cerebro empequeñecemos el espíritu.
Si todo se pudiera
resolver con la cabeza, no existirían el misterio de la belleza, de
la vida y de la muerte, de los sueños, no existiría el tormento de
la soledad, lo que la razón no acierta a comprender, los
sentimientos, las esperanzas.
La mayoría de las cosas
son más sencillas de lo que parecen. Ni crean complicaciones ni se
involucran innecesariamente en intrincados argumentos, somos nosotros
quienes las complicamos, por mucho que lo intentemos, no se
puede controlar lo incontrolable.
De nosotros depende el
día a día, a diario podemos elegir como vivir, aceptarnos como
somos y trabajar las áreas de nuestra personalidad que deseamos
mejorar tomando conciencia de que somos únicos y especiales.
Cultivar el hábito de enfocarnos en las cosas positivas, aprendiendo
de nuestros errores y comprendiendo que el fracaso solo existe si nos
damos por vencidos, si perdemos la fé, si dejamos de intentarlo.
SOMOS EL ARQUITECTO DE
NUESTRO DESTINO, RENOVEMOS NUESTRAS FUERZAS, REPAREMOS LAS PIEZAS Y
COMENCEMOS DE NUEVO PARA VIVIR UN NUEVO Y MEJOR FUTURO!!!